La vida nos depara nuevos planteos e interrogantes, ante situaciones inesperadas que se pueden producir en el seno de la estructura familiar.

Esta generalmente preparada para abordar en pareja el mundo del trabajo y sus pequeños descendientes, su concurrencia al Jardín Maternal, Pre jardín, Jardín, Primaria. Y así todos los pasos.

Pero qué ocurre, cuando la prueba es de la que miden poco en estadística como síndrome de Down, ACV y otras patologías, que exigen un cambio en la estructura para poder atender, controlar y estar con el familiar?

Esta pregunta se responde con multiplicidad de cambios y adaptaciones, que el grupo familiar lleva adelante fundamentalmente como un sagrado camino basado en un acto de amor maravilloso.

Estos grupos integrados en su totalidad, ven como sus otros hijos crecen y comienzan a desarrollar su vida independiente. Y en sus padres crece la permanente pregunta:

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“¿qué será de nuestro hijo discapacitado, cuando seamos mayores?

o alguna otra circunstancia que les impida la atención del hijo ? .

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Esta preocupación que se convierte en un lacerante motivo que muchas veces inmoviliza y hace que no aparezcan soluciones individuales y muy pocas de parte del estado, lleva contando los días a la personas responsables.

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Pero allá por el año 1993, en la ciudad de Benito Juárez, un al comienzo incipiente grupo de Padres con esta problemática , movilizados por el Sr. Luis Del Biaggio, Padre del “ PAPO “ – gestor de Despertares - se reúnen, charlan, comparten e intercambian experiencias sobre sus situaciones y plantean:

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“Que será de nuestros hijos cuando no estemos nosotros “?

“Cuando egresen de la Escuela Especial Nº 501, y no exista un lugar

para albergarlos mientras nosotros trabajamos?

 

Y esta frase tan cargada de incertidumbre se transforma en un estandarte de lucha conjunta esperanzada y organizada para mejorar la calidad diaria de vida actual, con el pensamiento puesto en el futuro.