A pesar de haber logrado llevar a cabo lo que muchos definían como una utopía, seguimos soñando despiertos.
Uno de esos sueños es brindarles un lugar donde vivir. Porque, ha sido uno de nuestros motores y estamos convencidos de que cada persona tiene derecho a ser asistida en su propia comunidad, porque miramos por nuestros hijos y porque es un  hecho que los discapacitados, en su mayoría, con el paso del tiempo no cuentan con asistencia familiar, es que proyectamos y estamos en proceso de construcción de un hogar permanente como medio para evitar el abandono o la internación de las personas que sufren discapacidad.
En el hogar hallarán no solamente vivienda, sino la atención sanitaria y la posibilidad de estrechar vínculos con sus semejantes, y su propio medio, participando en actividades sociales, recreativas, religiosas, educacionales y laborales, siendo contenidos por profesionales destinados a tal fin.